Garantizan material escolar para instrucción de niños ciegos
Pese a las restricciones impuestas a Cuba por la política genocida del gobierno de los EE.UU, niños ciegos y débiles visuales disponen del equipamiento y material escolar necesarios para su instrucción.
En estas escuelas ellos reciben atención oftalmológica especializada, preparación para su adecuado aprendizaje, y posterior seguimiento durante su paso por los demás niveles de enseñanza, incluido el universitario.
Las máquinas para la escritura Braille, esenciales en el proceso educacional de los invidentes, figura entre los recursos garantizados por el Estado cubano, tras notables esfuerzos por adquirirlas en el mercado internacional, donde el valor de cada uno de esos equipos asciende a miles de dólares.
En muchos casos parte de los componentes de esas máquinas son de factura norteamericana y el gobierno de Washington prohíbe venderlos a la Isla, en menosprecio de los sensibles propósitos para las cuales son destinadas.
Ante tal fenómeno, la nación antillana se ve obligada a comprarlas en terceros países, gestión que implica pagar casi el doble del precio real del artículo.
Estas restricciones son consecuencias del bloqueo recrudecido a lo largo de 47 años por gobierno de los Estados Unidos a la Isla.
En estas escuelas ellos reciben atención oftalmológica especializada, preparación para su adecuado aprendizaje, y posterior seguimiento durante su paso por los demás niveles de enseñanza, incluido el universitario.
Las máquinas para la escritura Braille, esenciales en el proceso educacional de los invidentes, figura entre los recursos garantizados por el Estado cubano, tras notables esfuerzos por adquirirlas en el mercado internacional, donde el valor de cada uno de esos equipos asciende a miles de dólares.
En muchos casos parte de los componentes de esas máquinas son de factura norteamericana y el gobierno de Washington prohíbe venderlos a la Isla, en menosprecio de los sensibles propósitos para las cuales son destinadas.
Ante tal fenómeno, la nación antillana se ve obligada a comprarlas en terceros países, gestión que implica pagar casi el doble del precio real del artículo.
Estas restricciones son consecuencias del bloqueo recrudecido a lo largo de 47 años por gobierno de los Estados Unidos a la Isla.